Estampas profundas del montubio

EL TELÉGRAFO

Estampas profundas del montubio

Su vida es una lucha constante, desde que se levantan a ordeñar hasta el trasiego con los animales que tratan de abrirse paso entre caminos anegados.

Cuando se habla de ellos solo se piensa en rodeo. O, en el peor de los casos, en esa parodia grotesca que se ve en la televisión ecuatoriana. Pero resulta que ellos son mucho más que eso. Pertenecen a una estirpe de luchadores que puede verse en zonas arroceras del Guayas, como Santa Lucía, Daule, Pedro Carbo, Salitre, Samborondón, Palestina y Vernaza, afrontando una serie de vicisitudes en el momento de la siembra, por el fuerte invierno. Su vida es una lucha constante, desde que se levantan a ordeñar hasta el trasiego con los animales que tratan de abrirse paso entre caminos anegados. La misión es llevarlos a ellos hacia las partes altas. Un ritmo ajeno al de las ciudades donde no solo se madruga sino que, a las 17:00, todo el mundo se recoge. Y así hasta la jornada siguiente.

Eduardo Escobar, fotógrafo con 30 años de experiencia. Jefe de Fotografía de diario El Telégrafo.

SE VE CRECER ÉSE INUSITADO INTERÉS POR LA CULTURA DE NUESTRA PATRIA, DE NUESTRAS RAICES, Y NO ES REPPROCHABLE, SE JUSTIFICA, ES QUE LOS NUEVOS VIENTOS REIVINDICATIVOS DE LOS PUEBLOS Y NACIONALIDADES DEL ECUADOR SON LA ESENCIA DE LO QUE QUIEREN DESCUBRIR, AHORA.

EL ORGULLO MONTUBIO CRECE

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Las estadísticas que registra el Consejo de Desarrollo del Pueblo Montubio de la Costa (Codemoc) calcula que en el último lustro más comunidades de ese colectivo se registraron en el organismo, lo que indica, de acuerdo a dicha institución, que hay mayor interés por autoidentificarse con sus orígenes.

‘Prejuicios minaban la identidad’

A raíz de que en la Asamblea Constituyente se trataba de incluir en la Constitución la importancia que tiene el montubio como una etnia de este país, se fortaleció la identidad de nuestra gente. Antes estaba estigmatizada la palabra montubio, se pensaba que era ofensiva porque se creía que era una persona mal educada, que carecía de cultura.